lunes, 3 de mayo de 2010

Reflexiones Día 7

¿Cómo facilitar una clase centrada en el estudiante?

Para facilitar una clase centrada en el estudiante,"el docente habla menos y el alumno tiene mayor participación". De esta manera, el aprendizaje es guiado, primero, por las preguntas
orientadoras que cada maestro realiza y luego por preguntas auténticas que surgen de un
trabajo significativo con el contenido del tema.
Es un aspecto fundamental para todo docente, el facilitar y promover la interacción con los alumnos mediante preguntas que lo conduzcan hacia un pensamiento más profundo.

¿Cómo utilizar la tecnología para apoyar la propia práctica?



La tecnología como medio de uso directo, es un super apoyo... con ellos (internet, ppt, word, blog) podemos motivar a nuestros alumnos, preparar clases de manera práctica, activa y atractiva; nos ayuda a iniciar en los niños, en la utilización de estos recursos, generando así nuevos conocimientos, destrezas y oportunidades de autoaprendizaje.
Para los niños no hay mejor forma de aprender que hacerlo mediante el juego, utilizando instrumentos, tecleando, entreteniendose, observando y muchas actividades más...y todo ello lo brinda la tecnología.

Reflexiones Día 6




¿Cómo ayudar a los estudiantes a convertirse en alumnos autónomos?
Para que nuestros niños sean independientes y desarrollen cierta autonomía en sus vidas, dependerá mucho de la educación que les demos.
Los niños aprenden a ser autónomos en las pequeñas actividades diarias que desarrollarán en casa, en la guardería, o en el colegio. Los niños desean crecer, quieren demostrar que son mayores a todo momento. Caben a los padres y educadores, la aplicación de tareas que ayuden a los niños a que demuestren sus habilidades y sus esfuerzos. Poner, recoger, guardar, quitar, abrochar y desabrochar, irse al baño, comer solos, etc., son acciones que ayudarán a los niños a situarse en el espacio en que vive, y a sentirse partícipe en la familia y entre sus amigos.
¿Cómo apoyar las diferentes necesidades de los alumnos?
Es importante reconocer que cada niño aprende e interioriza diferente y a su ritmo;
primero, conocer cuales son las capacidades reales de cada niño, para poder ayudarle en su justa medida, y no solucionarles la tarea cuando él sea capaz de realizarla solo. Se debe dar la oportunidad de experimentar, de equivocarse, de fallar o de acertar, y todo eso lleva un tiempo, según la edad y la capacidad de aprendizaje de cada niño.